La dermatología es la especialidad de la medicina encargada del estudio de la piel y sus anexos, es decir pelos y uñas. Estudia además las Infecciones de transmisión sexual (ITS).
Clásicamente esta especialidad es eminentemente semiológica, es decir, el dermatólogo es capaz de realizar diagnósticos sólo con la clínica en la mayoría de los casos. Sin embargo, la aparición de la dermatoscopía revolucionó la dermatología, sobre todo en el diagnóstico precoz del cáncer de piel, seguimiento de las lesiones pigmentadas y nevos (lunares).
La dermatoscopía o microscopía de epiluminiscencia consiste en la observación de lesiones de piel con un dispositivo (dermatoscopio) que cuenta con una lupa de diferentes aumentos y una fuente de iluminación polarizada, cuya función es iluminar la piel disminuyendo la reflexión de la luz en la epidermis, permitiendo así la visualización e identificación de estructuras más profundas las cuales describen patrones que su vez se complementan con la clínica permitiendo un diagnóstico más certero y precoz.
El diagnóstico precoz del cáncer de piel es fundamental en su tratamiento y pronóstico futuro, por lo que el uso de este dispositivo resulta esencial en la práctica del dermatólogo actual.
Consulta a tu dermatólogo sobre el seguimiento de lunares y el uso de la dermatoscopía. No olvides realizar un control de piel al menos una vez por año.